lunes, 27 de diciembre de 2010

CONTINÚA EL CONFLICTO CON LA TESORERÍA GENERAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL.

Continúa la lucha de las trabajadoras y trabajadores de la limpieza de la CNT en la Tesorería General de la Seguridad Social de Sevilla. Las acciones se han endurecido, las concentraciones son diarias. Ni la lluvia, ni el frío, y menos aún las amenazas de los directivos de la empresa ni la propia policía han conseguido que estos compañero/as, padres y madres de familia, den un paso atrás. Todo lo contrario, están dispuestos a seguir hasta conseguir sus reivindicaciones, y sobre todo, defender su dignidad como personas. Porque han comprendido que la única manera de defender el pan de sus hijos y hacerles frente a estos miserables, es mediante la organización desde la base, unidos todos en la Confederación Nacional del Trabajo.

Desde la CNT de Sevilla no vamos a permitir que se lleve a cabo la barbaridad que pretende realizar el director provincial de recortar el 30% del salario a uno de los colectivos de trabajadores más desfavorecido como es el de la limpieza.

El salario medio de estos trabajadores y trabajadoras es de 860 € al mes, lo que quiere decir que a partir del 1 de enero de 2011 pasarían a cobrar el 30% menos de su salario, es decir, 602 €, y por supuesto trabajando y limpiando lo mismo que hasta ahora.

Todas las mañanas y hasta el final del año, los/as trabajadores/as de la limpieza en la Tesorería General de la Seguridad Social se están concentrando ante la sede central de ese organismo en c/ Pablo Picasso nº8 (frente a la estación de Santa Justa). ¡Acércate y solidarízate con ellos!

NO A LOS RECORTES SALARIALES, BASTA DE MISERIAS, BASTA DE TRATAR A LOS TRABAJADORE/AS DE LA LIMPIEZA COMO MERCANCÍA DE USAR Y TIRAR, COMO SI FUERAN LA MISMA BASURA QUE RECOGEN.

QUIEN SE METE CON UN AFILIADO DE LA CNT SE METE CON TODA LA CNT.

LA SECCIÓN SINDICAL DE CNT EN AUSSA, OTRA VEZ EN PIE DE GUERRA.

Desde la huelga indefinida de 2005 hasta ahora no ha habido ni un minuto de paz con “Aparcamientos Urbanos de Sevilla, S.A.” (AUSSA), empresa encargada de la gestión de la grúa municipal y de la llamada “zona azul” en Sevilla, si bien la lucha había bajado de intensidad debido a que AUSSA moderó su actitud represiva contra la plantilla. A lo largo de estos cinco años la empresa ha impuesto sanciones injustas, ha pretendido reducir las vacaciones a algún trabajador e incluso ha intentado un despido que acabó en readmisión inmediata gracias a la rápida reacción de nuestros compañeros/as. Todos estos intentos han sido frustrados gracias a la acción directa de la sección sindical de CNT o a sentencias favorables de los Juzgados de lo Social.

Pero en el año 2010 la empresa nos ha declarado la guerra abierta y ya es hora de responderle de manera contundente. A lo largo de este año que acaba, la empresa ha hecho caer sobre nuestros/as compañeros/as una verdadera avalancha de sanciones a cual más absurda y surrealista, por ejemplo acusando de poner “no conforme” en una carta de la empresa, o de sabotear las grúas.

Pero lo peor es que la empresa ha iniciado y conseguido que se aprobara un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) alegando una mala situación económica que, en realidad, está causada simple y llanamente por la mala gestión del ente. Este ERTE afecta a 37 trabajadores y durará hasta el próximo día 19/02/2011, fecha en la que termina el contrato que AUSSA mantiene con el Ayuntamiento.

Como gota que colma el vaso de nuestra paciencia, la empresa ha procedido al despido de dos compañeros, y aunque ambos han sido declarados como improcedentes, la empresa se niega a readmitirlos.

Mientras AUSSA desencadenaba esta oleada represiva sobre nuestros/as compañeros/as, en otro frente ha conseguido, con la complicidad de los políticos municipales, que se aprobara en un pleno del Ayuntamiento del pasado mes de Octubre una Ordenanza relativa a la implantación de la retirada telemática de vehículos, conocido como “grúa-express”. Este engendro cuenta con el absoluto rechazo de toda la plantilla porque nos quiere hacer cómplices de la policía, atribuyéndonos funciones que ni debemos ni queremos tenerlas, ya que se pretende que sea el gruista el que, al ver un vehículo mal estacionado, según su criterio, le haga una foto con un móvil y la mande a una central en la que hay un policía local que la recibe y la valora para, a continuación, poner la multa. No estamos dispuestos a admitir que unos políticos que no miran más allá de su ombligo y los gerentes inútiles de la empresa nos enfrenten al pueblo de Sevilla para engordar las arcas del Ayuntamiento y los beneficios de una empresa como AUSSA.

Por tanto, a causa de la implantación de la “grúa express”, de la aprobación del ERTE y de las medidas represivas de la empresa contra los trabajadores/as, desde CNT hemos decidido iniciar, codo con codo junto con los/as demás compañeros/as, movilizaciones en defensa de nuestros objetivos. Además de otros actos de protesta, de momento llevamos ya tres concentraciones a las puertas del Ayuntamiento. Este es el comienzo, dado que no pararemos hasta que consigamos nuestros objetivos, que son de justicia para nosotros y para la ciudad de Sevilla.

La Sección Sindical de la CNT en AUSSA

Washington destapó el ataque israelí a Siria tras ocultarlo siete meses

La diplomacia estadounidense tardó más de siete meses en informar abiertamente a sus aliados de uno de los incidentes armados más graves de la última década. La destrucción en un bombardeo aéreo israelí de una planta nuclear secreta en el desierto del este de Siria pudo haber sido el detonante de una nueva guerra en Oriente Próximo en septiembre de 2007. Aparentemente, el silencio y la contención de las partes evitaron el estallido de un conflicto.

Pero la entonces secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, decidió destapar el ataque en abril de 2008, para forzar al régimen del presidente Bachar el Asad a aceptar la presencia en su territorio de los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU. Al airear los hechos, Rice intentaba también sentar las bases para alejar a Siria de la órbita Corea del Norte, que había supuestamente suministrado la tecnología para transformación el uranio en plutonio: material clave en la construcción de armas atómicas.

En la etapa final de la Administración del presidente George W. Bush, la secretaria de Estado Rice da la orden a todas la Embajadas de informar a los Gobiernos aliados sobre los pormenores del ataque. EE UU confirma así que "el 6 de septiembre de 2007 Israel destruyó un reactor nuclear en Siria que estaba siendo construido de forma clandestina, presuntamente con ayuda de Corea del Norte. La planta se hallaba en Al Kibar, en una región desértica del este de Siria", según el despacho diplomático.

Ni Siria, que se refería hasta entonces a una incursión fallida de la aviación israelí en su espacio aéreo, ni Israel, que se limitó a negar la existencia del incidente, habían llegado tan lejos y habían preferido echar tierra sobre lo ocurrido.

En vísperas de que el caso de Al Kibar llegue a manos del organismo de control nuclear de la ONU en Viena, el cable diplomático de EE UU insiste en denunciar que Siria "ha violado las condiciones exigidas por el TNP [Tratado de No Proliferación Nuclear, suscrito por Damasco], y los acuerdos con el OIEA (...), ya que el reactor había sido diseñado para la producción de plutonio dentro de un programa de armas atómicas". Washington destaca también que "Siria ha completado los trabajos para desescombrar el lugar del ataque y destruir las pruebas existentes, y ha construido un nuevo edificio sobre el mismo lugar".

Condoleezza Rice instruye a todos los diplomáticos estadounidenses para que justifiquen que la información se ofrezca con más de siete meses de retraso. "La hemos aplazado porque nuestra principal preocupación ha sido evitar un conflicto". El ataque "amenazaba con desestabilizar la región y [la planta] se encontraba a pocas semanas de entrar en funcionamiento: una operación militar habría sido mucho más complicada con la presencia de material radiactivo".

Washington facilita en su informe los detalles básicos de la operación, que enmarca dentro del peligro de proliferación nuclear en Oriente Próximo. "La instalación atacada por los israelíes era un reactor nuclear del mismo tipo que el construido en Yongbyon, en Corea del Norte (...) y no estaba diseñado para uso pacífico, sino para producir plutonio".

Siria aseguró entonces ante Naciones Unidas que la instalación atacada por Israel en 2007 estaba destinada a la fabricación de armas convencionales, y que los restos de uranio localizados por inspectores del OIEA podrían haber sido arrojados junto con las bombas de Israel.

"Las artimañas y mentiras sobre lo ocurrido tras el ataque israelí", explica en poco diplomáticos términos el cable del Departamento de Estado, "prueban que había algo que ocultar, ya que las pruebas fueron destruidas".

Tras sostener que Israel actuó en defensa propia al lanzar un ataque más allá de sus fronteras contra una planta nuclear que "amenazaba su existencia como país" -una política habitual de la Administración Bush- , el Departamento de Estado advierte: "No podemos permitir que las armas más peligrosas del mundo caigan manos de los regímenes más peligrosos (...) y debemos impedir la proliferación de las armas de destrucción masiva".

Las mismas armas de destrucción masiva que el Ejército de EE UU no pudo hallar en Irak parecían estar ocultas al otro lado de la frontera siria. El informe emitido por los inspectores nucleares de la ONU un año después de que se difundiera el cable diplomático sobre el ataque de Al Kibar, parece dar la razón a Rice: "Las características del complejo (...) guardan una gran similitud con las de un reactor nuclear, una situación que debe ser urgentemente investigada".