lunes, 20 de diciembre de 2010

FLAMENCO CONTRA LOS BANCOS


Os dejo este enlace para que ver a este grupo que se llama "FLO6X8" que realiza protestas en los bancos a ritmo de flamenco:

http://www.flo6x8.com/acciones/14-rumba-rave-banquero-flashmob

La que se nos viene....

Recogida de firma en apoyo del bombero sancionado por el alcalde.

Si queréis colaborar en apoyar a un trabajador que ha sido sancionado por el alcalde de Utrera por cumplir con sus obligaciones: Pedir mejoras para la seguridad de todos los utreranos, podéis recoger firmas de apoyo y entregarsela a él personalmente en la puerta del Ayuntamiento, o bien dirigirse al Parque de Bombero

"Me han colocado en la cárcel junto a los pederastas"

La estancia de Julian Assange en la prisión de Wandsworth contiene una historia inquietante. Un día, a la hora de comer, atacó un plato de arroz con judías cuando, de pronto, notó que algo se quebraba en su boca. Adiós a un diente. El objeto metálico se lo partió. "No sé si había sido colocado allí o fue un simple accidente". Al llegar a su celda de aislamiento, envolvió el diente en un papel de color blanco. Salió por espacio de una hora. Cuando volvió a la celda, el diente había desaparecido. "Pronto estará a la venta en Ebay", bromea el australiano, en la cocina de la mansión de su amigo Vaughan Smith, su protector en suelo británico, el hombre que le ha proporcionado un domicilio en el que pueda estar localizado durante su periodo en libertad bajo fianza.
¿Y por qué cree usted que se lo robaron?

-Supongo que porque no querían que hubiese ningún tipo de evidencia de que un episodio así hubiera ocurrido.

Assange concede su primera entrevista desde que salió desde la cárcel. Es la primera vez que dos periodistas penetran en la lujosa mansión de Smith, una casa de estilo georgiano rodeada de pequeños lagos y totalmente cubierta de nieve. El australiano tiene muy buena cara. Bebe té y habla, como siempre, en un tono de voz muy bajo.

El editor australiano muta en el momento en que empieza la entrevista. La cercanía, las risas y su humor agudo cesan en el momento en que se enciende la grabadora. Toma aire y se transforma. Se mete en su papel de hombre que lucha por la libertad de expresión. De fundador de Wikileaks, la web que acaba de poner al desnudo a la diplomacia norteamericana mundial. De hombre perseguido por la justicia sueca por un supuesto delito de violación. De hombre acosado por una mano movida por alguien que habla con acento norteamericano.

-Empezaremos con una pregunta muy básica. ¿Cómo se encuentra usted en estos días?

-Es maravilloso haber abandonado el confinamiento en soledad. Me siento muy determinado. He visto que hemos recibido un apoyo a escala mundial, especialmente en Sudamérica y Australia y parece como si todo el mundo en todas partes nos apoyara. Pero cuanto más cercano está un hombre al poder, menos predispuesto está a apoyarnos, probablemente porque tienen más que perder. En los últimos diez días hemos visto a gente, incluso cercana al poder, que nos ha mostrado su apoyo.

-Como el presidente Lula.

-Como Lula. Es un caso especial, porque se ha retirado, y eso le permite ser más directo de lo que habría sido. Ya no tiene que rendir ninguna pleitesía a los Estados Unidos.

-El jueves salió usted en libertad y pronunció unas palabras en las escalinatas del Tribunal Superior en que...

-Fui tan rápido... Me podría haber quedado allí hablando durante una hora, pero la policía estaba preocupada porque pudiera ser asesinado o algo así.

-¿Fue ese el motivo por el que hizo una declaración tan rápida?

-Sí.

-Varias figuras representativas de la política estadounidense han dicho que había que acabar con usted públicamente. ¿Recibe otras amenazas?

-Recibo amenazas de muerte todo el rato. Mi abogado las recibe, mis hijos las reciben.

-¿De dónde proceden?

-La mayoría parecen provenir de miembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

-Dijo usted que en sus días en prisión se había acordado de todas las personas que están en prisión a lo largo y ancho del mundo. Pero ¿qué han supuesto esos nueves días para usted?

-Fui transferido tres veces. Primero estuve en las celdas introductorias. Al contrario que otros presos, mi celda estuvo cerrada durante todo este periodo. Luego me transfirieron al ala Onslaw, que tiene 350 prisioneros y son los que tienen un peligro físico para otros prisioneros o guardas: gente que supuestamente ha sido condenada por delitos sexuales, asesinatos de niños... Yo no podía salir de mi celda, pero muchos presos deslizaban cosas bajo mi puerta. Había mucha curiosidad.

-¿Notas, misivas?

-Sí. Todos los presos que hay en Wandsworth son gente que está esperando a ser extraditada. Me pasaban actas de extradición norteamericanas. Pero se consideró que seguía siendo demasiado peligroso para mí seguir en Onslaw.

-¿Por qué?

-Por el peligro de que alguien me atacara o me matara. Así que me movieron la unidad de aislamiento, bautizada eufemísticamente como La Unidad de Cuidado y Separación... donde son enviado los prisioneros más díscolos.

-¿Cambiaban las condiciones de celda a celda?

-Sí, cada vez eran más duras. Cada celda tiene una cámara. Cada prisionero está aislado. Hubo días en que solo yo estaba en esa unidad. Había pederastas enloquecidos que gritaban toda la noche sobre sus crímenes. Se escuchaban esos gritos toda la noche.

Assange dice que el sistema de la prisión era muy "soviet". Muy burocrático. Para conseguir hacer una llamada de teléfono había que iniciar procedimientos que duraban una eternidad. Solo consiguió efectuar cuatro llamadas a personas que no fueran sus abogados. Dice que la mayoría de las personas que lo custodiaban estaban de su lado. Un oficial le entregó una tarjeta en la que había escrito: "Solo tengo dos héroes en este mundo: Martin Luther King y usted".

Superó la prueba realizando ejercicios diarios, escribiendo notas de análisis sobre Wikileaks para entregárselas a sus colegas y leyendo Pabellón Cáncer, de Alexandr Soljenitsin. Pero se dio cuenta de lo importante que es poder hacer una llamada de teléfono. O llevar pantalones que tengan bolsillos.

El sábado pasado, The Guardian hizo una reconstrucción de cómo fueron los días que Assange pasó en Estocolmo el pasado mes de agosto, cuando se gestaron las dos denuncias. Tras acceder a testimonios que recogió en aquellos días la fiscalía sueca, daba todo tipo de detalles sobre las relaciones sexuales que mantuvo en esos días Assange con Miss A. y Miss W. "Como de costumbre, casi nada es lo que parece", dice Assange al respecto. "Es la última acción de la campaña de descrédito de que estoy siendo objeto". Assange critica que The Guardian solo haya contado parte de la historia, ignorando algunas de las informaciones que esos testimonios revelan. Entre otras, dice Assange, el testimonio de una de las chicas, que alega, fue empujada a declarar por la policía.

-En la reconstrucción de The Guardian dan todo tipo de detalles, pero, en cualquier caso, relata un momento en que usted mantiene relaciones con una persona que estaba dormida sin usar preservativo...

-Es una simple declaración ante la policía. Un alegato que es falso. Como la mayor parte en este caso.

-¿Hasta qué punto considera usted que el problema reside en que lo que se considera violación es distinto en cada país?

Julian Assange coloca las manos sobre la mesa y empuja su silla hacia atrás. Se pone muy serio.

-Lo que ha conseguido esta campaña de descrédito es crear una inmensa caja negra. Y en el exterior de esa caja negra han colocado la palabra violación. Pero se nos ha negado a nosotros y al mundo, lo que hay dentro de esa caja negra. El público ha ido consiguiendo poco a poco detalles de cada una de las alegaciones que contiene la caja. Incluso con los que ha sido alegado, no hay nada de lo que cualquier persona razonable diría que es una violación.

-Lo que dice es que con lo que sabemos hasta ahora del caso, nadie pensaría que lo que hizo usted fuera violación.

-Correcto.

-Se ha criticado que las dos mujeres están pasando malos momentos, siendo desacreditadas desde múltiples foros, su identidad siendo revelada en la Red, donde han colgado fotos suyas.

-Hay rendijas en la ley sueca. Puedes ir a la policía y no hacer una denuncia, sino decir que vas a pedir "consejo". Hay otra rendija sobre reportar información sobre enfermedades de transmisión sexual, que yo no tenía... Ambas rendijas fueron usadas en este caso. Una de las querellantes tiene una extensa experiencia en cómo presentar querellas

-¿Qué tipo de querellas?

-Querellas de género ante la policía.

-¿Usted diría que nunca ha violado a nadie?

-No me gusta ver la palabra violación junto a mi nombre. Yo nunca he tenido una relación sexual con nadie sin consentimiento. Ha sido muy difícil conseguir detalles en este caso y nos quedan muchos por conocer. Nada se me ha entregado aún en inglés, lo que constituye una violación de la convención europea de derechos humanos. Siempre ha sido fácil para mí decir, saber que nunca he tenido relaciones sexuales sin consentimiento con nadie.

-¿Quién está detrás de toda la campaña de descrédito?

-No quiero decir que haya una cadena de órdenes desde Hillary Clinton hasta llegar a un periodista que trabaja en The Guardian, eso es ridículo, las cosas no funcionan así en el mundo real, que es mucho más interesante y sutil. El gran poder crea un ambiente en el que los individuos, prácticamente, chupan de lo que perciben que quiere el poder. En cada organización o grupo puede haber instrucciones directas, pero cada individuo y grupo actúa del modo que percibe que maximiza sus propios intereses. Carreras ambiciosas, fama, mantener y crear alianzas, hacer favores, favores a amigos, parientes, o miembros de un mismo partido... hacer las cosas por el miedo, sin que te las hayan pedido... todas esas cosas crean un ambiente.

El material nuclear circula sin control en el corazón de África

Contrabando nuclear, contaminación radiactiva, exportación ilegal de uranio y una total inseguridad en las instalaciones atómicas en una selva de turbios intereses políticos y económicos donde el soborno es la única ley. Así es el panorama que describen numerosos despachos de varias embajadas de EE UU en el corazón de África sobre el tráfico de material nuclear en una zona del mundo azotada por la guerra, la enfermedad y la codicia de los extranjeros por sus recursos naturales.

Un cable de la Embajada en la República Democrática de Congo, datado en 2006, da cuenta de una visita realizada por cuatro diplomáticos al Centro de Investigación Nuclear de Kinshasa el 27 de julio de ese año. La instalación alberga dos reactores nucleares, de 1959 y 1972, que dejaron de funcionar hace años; almacena 10,5 kilos de uranio no enriquecido (U-238) y 5,1 kilos de uranio enriquecido al 20% (U-235), 23 kilos de residuos atómicos y guarda 138 barras de combustible. En este punto, el documento añade una nota: "Originalmente había 140 barras. Sin embargo, dos de ellas fueron robadas en 1998. Las autoridades italianas recuperaron una más tarde a la mafia en Roma, que al parecer intentaba venderla a compradores no identificados de Oriente Próximo. La otra nunca ha sido encontrada".

Pues bien, todo este peligroso material apenas es vigilado. El cable informa de que una valla de cemento de menos de dos metros de altura sin alambre de espino rodea el centro, aunque hay partes en las que ya no existe el muro, como tampoco está iluminada por la noche ni cuenta con cámaras de vídeo. No hay alarmas ni detectores de ninguna clase ni control en la entrada de las instalaciones. Solo 21 vigilantes (nueve agentes de policía y 12 guardas privados) se encargan de la seguridad del recinto. En el centro trabajan 180 personas, entre científicos, técnicos y administrativos y su salario oscila entre los 40 y los 150 dólares al mes, lo que les convierte en víctimas potenciales de un soborno. El despacho concluye: "Es fácil irrumpir en el edificio y robar barras de combustible o residuos nucleares con una herramienta no más grande que un cúter". Una visita al mismo centro un año y medio después afirma que nada ha cambiado.

Los telegramas también dan cuenta de la desaparición en 2007 de 40 contenedores cargados de uranio u otro material radiactivo, que procedentes de Congo circulaban sin control por África. Cincuenta de esos contenedores fueron enviados por EE UU al gigante africano en los años setenta (al parecer, según fuentes norteamericanas, procedían de hospitales de Ohio) y tras ser almacenados en distintos lugares de Kinshasa, entre ellos el Palacio Presidencial, en los primeros años de este siglo desaparecieron 40, robados por soldados congoleños. Tres de ellos, según los contactos de la embajada, fueron interceptados en 2004 cuando un surafricano y un tanzano trataban de cruzar la frontera de Zambia en un camión con destino a Sudáfrica para su posterior venta.

La información de la embajada subraya que la radiactividad de los contenedores era "débil", si bien nadie se atrevió a abrirlos, y que presentaban señales de haber sido amañados a tenor de algunas incongruencias en su etiquetado. Fueran o no peligrosos o como dice el cable, un caso más del "trapicheo" de uranio en África, el hecho es que los 37 contenedores restantes se vendieron en varios países, entre ellos Uganda y Kenia, y que por el más grande se pagaron 100 millones de dólares. De la extensión de este "trapicheo" se hacen eco las embajadas en Burundi y Tanzania . En el primer caso, se informa de unos contenedores de uranio almacenados en un antiguo búnker congoleño, al este del país. Sus dueños, dos congoleños, pretendían venderlos al mejor postor con la única condición de que los compradores no fuesen árabes o musulmanes.

Uranio, de Congo a Irán

En Tanzania, sin embargo, hay indicios de algo más serio. Un diplomático suizo relata a los diplomáticos de la Embajada de EE UU en Dar es Salaam cómo el envío de uranio procedente de Congo hacia Irán se ha convertido en algo frecuente. El cable es del 27 de septiembre de 2006 y el funcionario asegura que son dos compañías suizas Cotecna Inspection S.A y SGS Tanzania Supertintendence Co. Limited las que se encargan de hacer el transporte.

Además de este descontrol del material nuclear en Congo, los cables atestiguan también una gravísima contaminación radiactiva como en la provincia de Katanga, donde la radiación en las minas de uranio llega a alcanzar en algunos lugares hasta 179 veces el nivel aceptable de exposición de una persona, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OEIA); el poder de las compañías mineras extranjeras para comprar a periodistas y políticos y las prácticas de algunas empresas para exportar uranio bajo cuerda.

Un despacho cita el caso de la empresa belga Malta Forrest Company, que opera en el país desde 1915. Según la información de la Embajada, esta compañía exporta rocas de uranio cobre y cobalto y elude las pruebas de radiactividad corrompiendo a los funcionarios del Gobierno. Luego, otras compañías compran las rocas y separan en el extranjero el uranio del cobre y el cobalto. Así, Malta Forrest aparece solo como exportadora de los dos últimos minerales. "En 2006, por ejemplo", continúa el cable, "una compañía finlandesa informó al OEIA que había importado una tonelada de uranio de Congo. Sin embargo, el Gobierno congoleño aseguró que no había exportado ningún uranio ese año". El telegrama hace constar que el precio del uranio pasó de costar 15 dólares la libra en 2004 a 135 en 2007.

"Muy poco separa a los hombres de Al Qaeda del material radiactivo de Yemen"

La pesadilla de material radiactivo en manos de grupos terroristas se reproduce con características parecidas en varios rincones de la Tierra. Uno de los casos más alarmantes es el de Yemen, un país en el que las células de Al Qaeda están en pleno desarrollo y en el que son los mismos funcionarios del Gobierno local quienes alertan en privado del absoluto descontrol en el que pueden hallarse almacenados materiales radiactivos utilizables para armar bombas sucias.

Un cable datado en enero de este año y enviado por la Embajada estadounidense en Saná a las principales agencias de seguridad norteamericanas recoge el inquietante relato de un funcionario del Gobierno yemení acerca de unas instalaciones en la que se almacenaba material radiactivo destinado a hospitales y a universidades por motivos de estudio. Según el relato del funcionario, las instalaciones en cuestión contaban en ese momento con un sistema de protección completamente inadecuado, con circuitos de cámaras en estado inutilizable durante largos periodos. Solo había un guardia de seguridad, y fue despedido. "Muy poco separa a los malos del material nuclear de Yemen", señaló la fuente.

La fuente de los estadounidenses prácticamente implora al Gobierno de Washington para que ejerza su influencia sobre Saná y lo convenza de la necesidad de guardar los materiales en condiciones de seguridad radicalmente mejoradas.

Efectivamente, días después de la alerta, el material de las instalaciones cuestionadas había sido transferido a otras más seguras. Estados Unidos declara abiertamente desde hace tiempo su preocupación por el estado de protección de materiales nucleares en decenas de países del mundo y colabora con muchos de ellos para elevar los estándares de seguridad. Los cables secretos atestiguan el esfuerzo producido con ese fin.

La gravedad del asunto del caso yemení es exacerbada por la creciente presencia de Al Qaeda en el país de la península arábiga. Yemen ha sido el lugar de incubación de varios de los ataques terroristas dirigidos contra objetivos occidentales en los últimos años.

Los isótopos objeto de la alerta no son explosivos en sí, pero podrían ser utilizados para fabricar una bomba sucia, un artefacto nuclear sin la capacidad explosiva de una verdadera cabeza atómica, pero capaz de causar daños enormes y consistente contaminación radiactiva.

EL PAÍS