Pere Puig Puntí, alias '3 P', es español, tiene 57 años, está soltero, es vecino de La Vall d'en Bas (Girona) y carece de antecedentes penales. Desde este miércoles es, además, asesino de tres hombres y una mujer en Olot (Girona), lo que supone una de las mayores matanzas en España.
9.10 horas de la mañana. Bar La Cuina de l'Anna, ubicado en el núcleo de La Canya. Como hacía de forma habitual, el constructor Joan Tubert Soy, dueño de la empresa Construccions Tubert, de 62 años, desayuna junto a su hijo, Ángel Tubert Ruiz, de 35. Un minuto más tarde están muertos tras recibir un tiro cada uno.
"Entró, disparó y se fue sin decir absolutamente nada", recuerda el dueño del local.
Puig Puntí, autor de los disparos y que según fuentes sindicales acababa de ser despedido de la constructora, huye con la escopeta de caza utilizada para perpetrar el homicidio. Coge un Suzuki azul y conduce en dirección a una entidad bancaria de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en Olot.
Allí se encuentran Rafael Turró Cabrafiga ("un hombre hiperactivo y que se volcaba completamente en la familia", según relata uno de sus amigos), ex director de la oficina de 46 años; Anna Pujol Verges, de 52 años, trabajadora del banco, y una tercera empleada. Los dos primeros, casados y con hijos, sufren los disparos de Puig Puntí. Mueren casi en el acto. La tercera trabajadora sale ilesa.
Diez minutos entre asesinato y asesinato
Entre ambos asesinatos han pasado apenas diez minutos. Durante ese tiempo, los Mossos d'Esquadra y la Policía Local de Olot habían montado un dispositivo en Olot y en la comarca de La Garrotxa para detener al autor del, en ese momento, crimen del bar La Cuina de l'Anna. El despliegue policial no ha impedido que el homicida volviera a actuar en la oficina bancaria.
Con cuatro muertos a sus espaldas, Puig que vive con su octogenario padre, ha sido detenido tras entregarse a una patrulla de la Policía Local. "Yo ya estoy satisfecho", ha señalado nada más ser apresado, ha asegurado a Europa Press una testigo presencial.
El autor del cuádruple crimen iba armado en el momento de entregarse, aunque su escopeta apuntaba hacia el suelo. Sin embargo, uno de los agentes, al ver al hombre armado, ha desenfundado su arma reglamentaria y ha realizado un disparo fortuito. La bala se ha incrustado en la fachada de una funeraria sin causar heridos.
En el momento en el que el homicida salía de la entidad se produjo un disparo fortuito de uno de los policías locales que le esperaban fuera de local. La bala se incrustó en la fachada de una funeraria, sin que nadie resultara herido.
La venganza provocada por algún problema de índole laboral o económico que tenía con el empresario de la construcción gana fuerza como posible causa del primer homicidio. Un problema con la entidad bancaria es la principal hipótesis que se baraja para el segundo crimen.
El alcalde de Olot, Lluís Sacrest, ha anunciado un pleno municipal extraordinario para el mediodía en el que se declararán tres días de duelo oficial.
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