Una simple junta escolar se tornó en drama durante la tarde de este martes en Panama City, al norte de Florida (EEUU), después de que un hombre se presentase armado y tomara como rehenes a algunos de los presentes.
La mujer de Clay Duke fue despedida del sistema escolar, algo que para su marido no debía de quedar impune. Por esa razón, Duke, que había permanecido tranquilo al fondo de la sala, se acercó a los miembros de la junta alegando que tenía una moción que presentar. Tras pintar con un spray una V en rojo, desenfundó su arma.
"Alguien va a morir hoy. Los seis hombres que se queden, el resto que se vaya", dijo Duke, que no era consciente de que sus actos estaban siendo grabados por las cámaras de varias cadenas locales, afiliadas a la CNN, que lo ha difundido.
En un momento de la grabación, se observa a Duke conversando con los seis miembros que aún están dentro de la sala sobre el despido de su esposa. De repente, por detrás se acerca una mujer con un bolso en la mano que golpea al secuestrador. Agua. La mujer falla en su intento y queda a merced de Duke, quien decide no disparar y le permite marcharse del lugar.
Su objetivo es otro. Los miembros de la junta lo saben e intentan convencerle de que conseguirán un trabajo para su mujer. "Yo soy el que firmó los papeles (del despido)", le dice Bill Husfelt, director de la junta. "Deja a los demás que se vayan", le pide.
"No quiero que nadie salga herido. Creo que sé lo que quieres. Quieres que entren los policías y te maten porque estás loco, porque has dicho que vas a morir", continuó Husfelt. "Pero, ¿por qué?", le insiste el presidente de la junta, "no merece la pena".
Duke, harto de las palabras de Husfelt levanta su arma apuntándole mientras este grita. "¡No, por favor, no. Por favor!". Inútil intento. Duke comienza a disparar contra él y el resto de miembros de la junta escolar.
Sin embargo, para fortuna de los rehenes, la puntería no era el punto fuerte de Duke, quien falló todos los disparos. No así el suyo, el que terminó con su vida y con la pesadilla de los retenidos, todos ilesos.
Antes de morir, Duke había recibido el disparo de Mike Jones, jefe de seguridad de la escuela y policía retirado, quien intercambió tiros con él. Duke, herido en el suelo, decidió suicidarse con un disparo en la cabeza.
La acción de Jones impidió que Duke terminara con la vida de los miembros de la junta, cuyo presidente ha calificado al ex policía de "héroe".
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